LA RACAL PROPONE UN PROGRAMA DE ACTUACIÓN PARA LA CONSERVACIÓN Y PUESTA EN VALOR DE LOS ELEMENTOS PATRIMONIALES DE LA ANTIGUA ESTACIÓN FERROVIARIA DE CUENCA
LA ACADEMIA PROPONE, ENTRE OTRAS MEDIDAS, UN
PERÍMETRO DE PROTECCIÓN DE ESOS ELEMENTOS Y SU CONFORMACIÓN COMO
UNA ZONA PEATONAL PARA DISFRUTE DE LOS CIUDADANOS Y PARA EL CONOCIMIENTO DE LA
HISTORIA DEL TREN EN LA CIUDAD Y LA PROVINCIA
Como complemento de la nota de condena de la
destrucción de algunos elementos arquitectónicos de la estación ferroviaria
tradicional de Cuenca llevada a cabo en el transcurso de las obras de construcción
de los aparcamientos que en esos terrenos se vienen llevando a cabo –nota de condena que, dirigida tanto a las
instituciones como al común de la ciudadanía, la Real Academia Conquense de Artes
y Letras hizo pública días atrás– esta misma corporación ha elaborado una propuesta de conservación, puesta en valor e
integración de los elementos patrimoniales existentes de esa antigua estructura
ferroviaria que piensa que se debería
tener en cuenta dentro del anunciado proyecto urbanístico para tales espacios,
propuesta que transcribimos a continuación:
Ante el debate ciudadano
que se pueda generar sobre el mantenimiento de las estructuras de la antigua
estación ferroviaria de la ciudad de Cuenca y el aprovechamiento urbanístico de
sus terrenos, la Real Academia Conquense de Artes y Letras, respondiendo a sus
fines y obligaciones, quiere ofrecer una propuesta en positivo que satisfaga
dos objetivos principales: el mantenimiento de los elementos existentes y su
compatibilidad con los usos que se le quieran dar a la extensa superficie de
esos espacios.
Afortunadamente a día de
hoy se conserva prácticamente intacto un buen número de edificios, agrupados y
en línea, que pueden y deben ser conservados como un conjunto representativo de
la memoria de la ciudad ya que individualizados uno por uno corren el riesgo
para su preservación de no resultar demasiado vistosos ni poseer un valor
artístico notable. El menosprecio secular de los gobiernos centrales del país
hacia esta ciudad ocasionó que Cuenca carezca de una de esas hermosas y
sugestivas estaciones neo-mudéjares, modernistas o eclécticas generalmente, que
son verdaderos monumentos arquitectónicos y que proliferan en el mapa
ferroviario de España y no hablamos solo de las más famosas de Madrid,
Canfranc, Valladolid, Bilbao, Valencia y tantas otras sino que pueden incluirse
en la lista las de otras muchas poblaciones no capitales de provincia como
Cartagena o Jerez de la Frontera y también de pueblos con pocos habitantes. A
Toledo, por cierto, siendo final de recorrido, se le regaló una preciosa
estación neo-mudéjar.
Lo mismo cabe decir de
las construcciones auxiliares. Pero nada de eso quita valor alguno al
significado patrimonial, de carácter histórico-industrial y afectivo, de las
construcciones ferroviarias de Cuenca. La propuesta que hacemos contempla los
siguientes objetivos y líneas de actuación:
1.
Que se delimite un perímetro de protección
que englobe tanto el edificio de la estación, con los andenes y los techos
metálicos que los cubren, como los tinglados que se suceden en línea a partir
de los mismos.
2.
Que se ponga en valor, desde un punto de
vista urbanístico, como una zona peatonal para el
disfrute de los ciudadanos y el conocimiento de la historia del tren en Cuenca.
Quedaría como el verdadero Paseo del Ferrocarril, que podría arrancar de la
glorieta que parece que está prevista en el sector del desaparecido paso a
nivel y continuar hacia la estación, conservando a su paso elementos menores
como son los semáforos; las mangas de brazo giratorio con las que se vertía el
agua a las máquinas de vapor, etcétera. Aunque queden algo más alejados, hay
que incluir los dos depósitos o aguadas existentes al fondo del todo.
3.
Que se rehabiliten todos los edificios y
tinglados (estación, talleres, almacenes y el gran porche abierto), y que se
aprovechen con fines culturales y lúdicos, porque las posibilidades que ofrecen
son muchas. Evidentemente, las cubiertas de uralita deben ser eliminadas por
ser nocivas para la salud. Ofrecen por cierto una oportunidad, como todo el
conjunto, para un concurso de ideas y trazas entre los profesionales del diseño
y la arquitectura, que les otorguen un atractivo añadido. Imaginemos por ejemplo
los depósitos, pintados por algún artista urbano de talento con temas
ferroviarios, que pueden convertirse en el estandarte de todo el conjunto.
Consideramos que esta
propuesta es razonable de asumir y necesaria desde el punto de vista
patrimonial, y que no obstaculiza ni entra en contradicción alguna con otras
intervenciones previstas en los terrenos de Renfe.
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