LA FIGURA DEL ESCULTOR LEONARDO MARTÍNEZ BUENO EN LOS MARTES DE LA RACAL
EL HISTORIADOR ISRAEL PÉREZ CALLEJA SUSTITUYE ESTE MARTES 19 EN LA
PROGRAMACIÓN AL PROFESOR MUÑOZ BOLAÑOS
Martínez Bueno (Foto Antonio Texeda)
Motivos derivados de la
actividad docente del profesor Muñoz Bolaños que el día 19 iba a hablar en los
llamados Martes de la Racal de “Los mitos del 23 F” han obligado a los
responsables de la corporación a aplazar su intervención para una fecha
posterior. Ello no va a significar sin embargo que la Real Academia de Artes y
Letras vaya a dejar de cumplir con su acostumbrada cita semanal con los
conquenses: la ausencia del profesor Muñoz Bolaños será suplida por el
historiador Israel José Pérez Calleja que hablará de la figura y trayectoria
del escultor Leonardo Martínez Bueno, uno de los cuatro artistas –junto a Luis
Marco Pérez, Fausto Culebras y José Navarro Gabaldón– sobre los que
precisamente gira su actualmente en desarrollo tesis doctoral en la que analiza
sus trayectorias como adalides y maestros de la escultura figurativa y la
imaginería religiosa conquense del siglo XX. La charla dará comienzo, como
habitualmente, a las ocho de la tarde en el salón de la corporación académica
en la segunda planta del edificio de las antiguas Escuelas de San Antón, junto
a la iglesia de la Virgen de la Luz, y también como siempre con entrada libre y
gratuita hasta completar la capacidad del local.
Foto Goliardo
Nacido el 29 de mayo de
1915 en la localidad conquense de Pajaroncillo y fallecido en Madrid el 15 de
febrero de 1977, Leonardo Martínez Bueno aprendió el modelaje de Marco Pérez,
estudió en la Escuela de Bellas Artes de Madrid, viajó a Valladolid y Sevilla
para practicar la escultura de tema religioso y a Barcelona para profundizar
sus estudios de escultura figurativa, ciudad ésta de cuya Escuela de Bellas Artes
fue profesor, como lo fue posteriormente de la de Sevilla. Su inquietud
formativa le llevó asimismo a trasladarse a Inglaterra, a la afamada Escuela de
Chelsea, donde contactó con la obra de
Henry Moore. Varias veces galardonado en distintas ediciones de la Exposición
de Bellas Artes de Madrid, fue Premio Nacional de Escultura en 1956. Además de
su aportación imaginera a la Semana Santa Conquense –la Virgen de la Esperanza, la Verónica del
Jueves Santo, La Lanzada o Jesucristo Resucitado– la ciudad alberga obras suyas
como la Moza del Cántaro, en la recoleta
plaza de San Nicolás, o la Maternidad que orna el jardín de la Diputación, amén
de que su escultura Despertar, que durante mucho tiempo pudo verse en el parque
de Santa Ana, recibe hoy, en la réplica en bronce realizada por Javier Barrios,
a los visitantes de la ciudad desde su ubicación en la rotonda de entrada de la
autovía. Aparte de ello el Museo de Cuenca guarda otra serie de obras suyas como
una Cabeza de Ceres, la Mujer Sentada, una Adoración de los Reyes o el Friso de
las Panateneas, donado al museo en 1979, como otras piezas del artista, por su
viuda Amparo Saint-Aubin.
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