VISITA A LA MINA DE LAPIS SPECULARIS DE TORREJONCILLO DEL REY Y AL MONASTERIO DE UCLÉS

La mina de La Mora Encantada de la localidad de Torrejoncillo del Rey, una de las varias explotaciones ubicadas en el actual territorio provincial conquense de las que extraía la civilización romana el lapis specularis, la selenita o espejuelo utilizado como cristal para los vanos y ventanas de sus edificios, fue el punto inicial del recorrido de la excusión cultural organizada días atrás por la Real Academia Conquense de Artes y Letras, completada luego con la visita del monasterio de Uclés, el llamado Escorial de la Mancha. Previamente al descenso a la propia mina  – redescubierta en 1953 por un vecino de la población que, en busca de las presuntas riquezas entrevistas en un sueño sin duda originado por la leyenda de la princesa que da nombre al cerro en que se sitúa, excavó uno de sus pozos hasta alcanzar su interior  –  el profesor Emilio Guadalajara, llevó a cabo, ataviado con ropaje similar al usado por los propios mineros de la época de su explotación, una demostración práctica tanto de las características del propio yeso cristalizado como del trabajo de fabricación de las láminas con los instrumentos entonces empleados.

Cumplido el recorrido por la parte de la explotación hoy cómodamente abierta al público – a destacar el buen hacer como tal de la guía Verónica – y la posterior degustación de la excelente producción quesera local, los excursionistas se trasladaron a la localidad de Uclés para, tras el almuerzo efectuado en el propio refectorio del monasterio y el posterior disfrute de los dulces de la zona, recorrer sus dependencias atendiendo a las explicaciones de uno de los propios integrantes de la corporación, el académico Marino Poves, buen conocedor de su historia y arquitectura del enclave santiaguista, en una jornada coronada con la espectacular vista de la puesta de sol que a su final pudieron contemplar desde la altura del cerro de El Portillo donde asienta su soberbia construcción.