LA POESÍA DE JOAN VINYOLI LLEGA A LA RACAL
JORDI LLAVINA PRESENTARÁ EL MARTES 21 DE OCTUBRE
LA ANTOLOGÍA PUBLICADA
CON MOTIVO DE SU CENTENARIO Y CINCO POETAS
CONQUENSES COMENTARÁN SUS VERSOS
Joan Vinyoli
En la segunda cita de su reiniciado programa “Los
martes, en la Academia”, la Real Academia Conquense de Artes y Letras acogerá
el martes 21 la presentación de la antología “La mano del fuego” de
Joan Vinyoli, quizá el más
grande de los poetas que ha dado la lengua catalana durante el siglo XX (es
famosa la frase de Salvador Espriu: “daría toda mi obra por un verso de
Vinyoli”) y desde luego y sin duda el más influyente entre las nuevas
generaciones de escritores. El acto contará con la intervención del editor y prologuista de la publicación y
comisario del año Vinyoli Jordi Llavina, con la del traductor al castellano de
sus versos Carlos Vitale y con la de cinco poetas conquenses – Rafael Escobar, Cristina
Falcón, José Ángel García, Francisco Mora y Miguel Mula– que darán su propia
visión de otros tantos poemas del autor antologado. Será a partir de las siete
y media de la tarde en la sede de la corporación académica, en la última planta
del edificio de las antiguas Escuelas de San Antón, junto a la Iglesia de la
Virgen de la Luz y a su final los asistentes serán invitados a una copa de cava.
Esta presentación en Cuenca de la obra de Vinyoli se inscribe en el ciclo “Cinco
poetas de cinco ciudades leen a Vinyoli” que, iniciada en Zaragoza,
llevará su poesía, reinterpretada por un total de veinticinco escritores, tras
nuestra capital a Murcia, Sevilla y La Coruña. Un ciclo que saltará luego el
Atlántico para continuarse en el a su vez denominado “Cinco escritores de cinco países latinoamericanos leen a Vinyoli”
por México, Venezuela, Argentina, Chile y Colombia.
Joan Vinyoli (1914-1984) es autor de una dilatada y
amplia obra poética reconocida con los más prestigiosos galardones literarios,
entre ellos el Premio de la Crítica
Serra d´Or, el de la Crítica de Poesía Catalana o el Nacional de Poesía. Una obra expresada en quince espléndidos títulos
a los que habría que sumar sus muy personales traducciones de la poesía de
Rainer Maria Rilke, un poeta que le acompañó siempre y del que Joan Vinyoli
aprendió el que, según Jordi Llovet, tal vez sea el propósito esencial de su
obra: “alcanzar la voz escondida de lo sublime de las cosas, la naturaleza y
los hombres”.
“La mano del fuego”, publicada por la prestigiosa Editorial Candaya,
recoge, en edición bilingüe en catalán y en castellano (en traducción, cual
quedó señalado de Carlos Vitale) treinta y tres de sus más emblemáticas composiciones
en una selección que permite al lector acercarse a la luminosa y turbadora poesía de ese
“huésped inexperto de la tierra” –como se definía a sí mismo el propio Vinyoli–
para encontrar en ella todo un abanico de estímulos para la reflexión: la
necesidad perentoria de la poesía, la condición siempre sedienta del deseo
humano, el raro milagro del amor, la percepción casi física de los zarpazos del
tiempo en nuestro ser, la inexorabilidad de la pérdida, la urgencia de recurrir
a los paraísos artificiales para no naufragar en la angustia o la realidad
última e incontestable de la muerte. Poesía microscópica y telescópica a la
vez, poblada de objetos reveladores que reconocemos como símbolos (una veleta
en forma de gallo, una bola de billar, la escafandra, el hacha de leñador, el
árbol cortado, un frasco de cianuro…) y de apuestas estéticas plurales (del
misticismo casi órfico a la poesía de lo concreto), la obra de Joan Vinyoli
impresiona por la prodigiosa coherencia, que le otorga su obsesivo intento de
capturar la belleza del mundo en las palabras y trascender así a la mísera
condición del hombre.
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