EL CONQUENSE CARLOS TORRERO PRESENTA ESTE LUNES 21 EN LA RACAL “SALTAR ANUNCIO” SU NUEVA ENTREGA NARRATIVA
EN EL CURSO DEL ACTO, ORGANIZADO POR "POESÍA PARA NÁUFRAGOS", EL ESCRITOR CHARLARÁ SOBRE SU OBRA CON LA POETA MARÍA ALCOCER
El escritor conquense Carlos Torrero presentará este próximo lunes 21 de agosto en la sede de la Real Academia Conquense de Artes y Letras, en convocatoria organizada por la Asociación Poesía para Náufragos –que sigue firme en su propósito de extender su oferta literaria fuera de las fechas estrictas del Festival que cada noviembre reúne en Cuenca a poetas y críticos de todo el Estado– el que es ya su segundo volumen de relatos, “Saltar anuncio”, tras su anterior “Lejos del champagne”. Lo hará en conversación con la poeta María Alcocer, a partir de las ocho de la tarde, en el salón de actos de la citada RACAL en la segunda planta del edificio de las antiguas Escuelas de San Antón, con, como es habitual en estas convocatorias, entrada libre y gratuita.
Nacido en Cuenca en 1979
aunque actualmente no resida en ella, escritor y profesor, Carlos Torrero es
licenciado en Comunicación Audiovisual y MAES en Lengua y Literatura y a su triple
condición de docente, narrador y poeta une su trabajo en distintos medios de
comunicación, especialmente en guionización y dirección de programas para
televisión. A los dos volúmenes de relatos citados hay que unir poemarios como “Abecedario
analógico nocturno”, “El mudo de Fisher Town” y “Los hombres que
beben cerveza no son como yo”. El volumen que presentará en la RACAL el
próximo lunes reúne, en palabras de Eloy Tizón, “un puñado de relatos
incisivos, irónicos (pero también compasivos, nunca cínicos), sobre la
condición humana contemporánea y todo su catálogo de perplejidades” mediante
una “prosa siempre ágil que avanza con naturalidad y desparpajo, salpicada de
reflexiones metaliterarias”. Unos relatos –veintitrés en total– que según Elena
Marqués están volcados en la página mediante un manejo del idioma que “con
respetuosa naturalidad (…) deslumbra en sus imágenes, sencillas a la par que
intensas” desvestido de lo innecesario y mostrando “sus influjos y preferencias
sin que estas invadan el texto”.
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