EL ESCRITOR CONQUENSE BALTASAR PORREÑO ESTE MARTES 29 EN LAS CHARLAS DE LA RACAL
LA CITA SE ENMARCA EN LA JORNADA SOBRE PORREÑO Y LA CULTURA ESPAÑOLA DEL XVII COORGANIZADA CON LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE
La obra literaria del sacerdote,
humanista e historiador conquense Baltasar Porreño de Mora protagonizará este
martes la oferta de las semanales citas de la Real Academia Conquense de Artes
y Letras con sendas ponencias de los profesores de la Universidad de las Islas Baleares
Antonio Bernat Vistarini y de la Universidad de Castilla La Mancha –y en su caso también numerario de la propia RACAL–
Ángel Luis Luján. Sus intervenciones se enmarcan dentro del programa de la
Jornada que sobre “Baltasar Porreño y la cultura española de la primera mitad
del siglo XVII” coorganizan la Universidad Complutense y la corporación
académica conquense que se iniciará por la mañana en Madrid para concluir por
la tarde en Cuenca. El primero analizará los “Oráculos de las doce Sibilas” como
un título que aúna arte y literatura, y el segundo valorará la dispersa obra
poética del escritor. Será, respectivamente, a las ocho y a las ocho y media de
la tarde en el salón de actos de la Academia, en su sede del edificio de las
antiguas Escuelas de San Antón, con, como siempre, entrada libre y gratuita.
Baltasar Porreño de Mora
(Cuenca, 1569-1639), sobrino y primo, respectivamente, de los arquitectos
Francisco de Mora y Juan Gómez de Mora, estudió en la Universidad de Alcalá de
Henares en la que se licenció en Teología y, entre otros, tuvo como maestro al
jesuita toledano Jerónimo Román de la Higuera, que fue quien despertó en él su
interés por los estudios históricos. Entregado al estudio y poseedor de una
notable biblioteca, fue un escritor fértil autor de numerosísimas obras
manuscritas e impresas. Muchas se han perdido pero –como
han señalado en su “Diccionario de autores conquenses” los
académicos de la RACAL Hilario Priego y José Antonio Silva– el valor
bibliográfico de las que se han conservado (algunas de ellas editadas
modernamente) es incalculable aun cuando, como también precisan, se trata de
trabajos que a día de hoy han de ser manejados con sumo cuidado pues Porreño se
sirvió para su elaboración de fuentes en ocasiones poco fiables y dio por
buenas muchas leyendas (sobre todo, de carácter piadoso) de escasa o nula
credibilidad. En ellas tanto glosó la biografía de reyes, notables y cardenales
castellanos como recopiló la historia de los arzobispos toledanos o redactó
un “Tratado de la venida de Santiago a España” o un “Museo
de los reyes sabios que han tenido las naciones del orbe”. Capítulo
aparte –cual asimismo reseñan Priego y Silva– merecen las obras relacionadas
con temas conquenses, muchas de las cuales, por desgracia, se encuentran hoy
perdidas como, por ejemplo, una “Historia de Cuenca” (escrita
probablemente a finales del siglo XVI o principios del XVII), una “Historia
de San Julián, obispo de Cuenca” o una “Historia de los
santuarios de Cuenca. Sí se han conservado, en cambio, entre otras,
una “Historia del santo rey don Alfonso el Bueno y Noble” (referida
a Alfonso VIII) o una “Vida y hechos hazañosos del gran cardenal don
Gil de Albornoz, arzobispo de Toledo (Cuenca, 1623”), así como una “Declaración
del mapa del obispado de Cuenca” o una “Memoria de
las cosas notables que tiene la ciudad de Cuenca y su obispado”.
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