EL CERAMISTA ADRIÁN NAVARRO INGRESA EN LA REAL ACADEMIA CONQUENSE
ESTE JUEVES 4 DE
DICIEMBRE
EN EL CENTRO CULTURAL
AGUIRRE
Adrián Navarro
El prestigioso
ceramista conquense Adrián Navarro ingresará oficialmente como nuevo académico numerario
de la Real Academia Conquense de Artes y Letras este jueves 4 de diciembre en
el curso del solemne acto académico que se celebrara, a partir de las siete y
media de la tarde, en el salón “Juan José Gómez Brihuega” del Centro Cultural
Aguirre, dependiente de la Fundación de Cultura Ciudad de Cuenca. Su
candidatura, que fue presentada por los académicos Joaquín Saúl García Marchante, Óscar Pinar
y Miguel Ángel Moset y recibió el correspondiente placet de la asamblea general
de la corporación conquense, le coloca en el sillón correspondiente a la letra
“O” ocupando la plaza dejada libre por la investigadora María Luz Rokiski tras
el paso de ésta a la condición de supernumeraria. Su discurso de ingreso será
contestado por el académico Miguel Ángel Moset. Su entrada
en la RACAL viene a rubricar un hacer que ha superado con mucho la mera
artesanía para instalarse en el universo artístico con un modo claramente
personal y distintivo expresado en unas obras estilizadas, diferenciadas y
singulares en cuyas formas y decoración - barnices, engobes, óxidos y esmaltes
- resuenan, junto a ecos de la cerámica ibérica o clásicos, otros de
índole que cabría calificar casi de picasianos.
Nacido en
1942 en la localidad de El Provencio, Adrián Navarro Calero descubrió bien
pronto la atracción del alfar y el horno y con ella una vocación a la que se
iba a entregar en cuerpo y alma. Ya a los doce años iniciaba sus estudios de
cerámica en la Escuela de Formación Profesional de San José, en Cuenca, dando
el primer paso de una trayectoria que iba a continuar desarrollando primero en
los dos alfares de la capital conquense, en los que trabajó durante los tres
años siguientes, y posteriormente en la Escuela Superior de Cerámica Artística
de la población valenciana de Manises, estancia que le proporcionó un decisivo acercamiento
al universo de la cerámica ibicenca. En 1969 abrió su primer estudio en la
albaceteña Villarrobledo y en él permaneció hasta 1976 en que regresó a tierras
conquenses para instalarse ya definitivamente en la capital de la provincia. En
su currículo, además de sus numerosas exposiciones y de la inclusión de sus
obras en distintas colecciones institucionales tanto en España como en Italia,
figuran la impartición de cursos y una larga lista de premios y galardones,
entre ellos, por citar tan sólo algunos, la Medalla de la Dirección Nacional de
Artesanía, la del Archeoclub Nacional de Italia, el título de maestro Artesano
de Castilla La Mancha o la Medalla al Mérito Artesano también de Castilla La
Mancha.
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