EL CERAMISTA ADRIÁN NAVARRO NUEVO ACADÉMICO DE LA RACAL
OCUPARÁ EL SILLÓN CORRESPONDIENTE
A LA LETRA “O”
La Real Academia Conquense de
Artes y Letras sigue cubriendo sus plazas vacantes y ha elegido para ocupar el
sillón correspondiente a la letra “O” al ceramista conquense Adrián Navarro
cuya candidatura, presentada por los académicos Joaquín Saúl García Marchante,
Óscar Pinar y Miguel Ángel Moset, recibió el “placet” de la asamblea general de
la corporación. El conocido creador conquense ocupará así la plaza dejada libre
por la investigadora María de la Luz Rokiski tras el paso de ésta a la
condición de académica supernumeraria. Su entrada en la institución viene a
rubricar un hacer que ha superado con mucho la mera artesanía para instalarse en
el universo artístico con un modo claramente personal y distintivo expresado en
unas obras estilizadas, diferenciadas y singulares en cuyas formas y decoración
- barnices, engobes, óxidos y esmaltes -
resuenan, junto a ecos clásicos, otros de índole que cabría calificar,
si por un lado con reminiscencias del arte rupestre, por otro tocados de
influjos casi picasianos.
Nacido en 1942 en la localidad de El Provencio, Adrián Navarro Calero descubrió
bien pronto la atracción del alfar y el horno y con ella una vocación a la que
se iba a entregar en cuerpo y alma. Ya a los doce años iniciaba sus estudios de
cerámica en la Escuela de Formación Profesional de San José, en Cuenca, primer
paso de una trayectoria continuada primero en los dos alfares de la capital
conquense en los que trabajó durante los tres años siguientes al finalizar
aquéllos y posteriormente en su paso por la Escuela Superior de Cerámica Artística
de la población valenciana de Manises y en su siguiente acercamiento a la
cerámica ibicenca. En 1969 abrió su primer estudio en la albaceteña
Villarrobledo y en él permaneció hasta 1976 en que regresó a tierras conquenses,
para instalarse ya definitivamente en la capital de la provincia. En su
currículo, además de sus numerosas exposiciones y de la inclusión de sus obras en
distintas colecciones institucionales tanto en España como en Italia, figuran
la impartición de cursos y una larga lista de premios y galardones, entre
ellos, por citar tan sólo algunos, la Medalla de la Dirección Nacional de
Artesanía, la del Archeoclub Nacional de Italia, el título de maestro Artesano
de Castilla La Mancha o la Medalla al Mérito Artesano también de Castilla La Mancha.
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